¨Queridos amigos de Cóndores o animales como decía su querido presidente del Club:
Ustedes que son chiquillos jóvenes miran hacia atrás y quizás no dimensionan lo que son 30 años de vida.
Para mi este club ha sido desde la partida de Jaime un recordatorio permanente de su presencia.
Recuerdo, con cierta “molestia y envidia”, cuando los domingo nos juntábamos a almorzar en familia pero faltaba uno, que almorzaba solo y apurado porque tenía partido. Me refiero al dueño de casa.
El fixture, sus animales, el colegio, Enrique Loeser, Luis Eugenio Silva, eran palabras y nombres que se las oía permanentemente y que simbolizaban lo que era su gran interés después de las 7 de la tarde. Dejaba de trabajar y partía al rugby. Volvía tarde, con frío, pero contento. Bueno, a veces no muy contento, por que me contaba que los animales no pagaban las cuotas o no llegaban todos a entrenar.
Algunas actividades lo entusiasmaron tanto que se transformaba en uno más de ustedes, como fue un partido, creo que en Chillán, que en vez de celebrar su cumpleaños con su familia partió encabezando al club dando una vuelta a la manzana con una torta en brazos.
Para que decir lo que significó la preparación de la gira a Europa. Su ausencia no implicó para mí solo los 15 días de la gira sino que desapareció 30 días antes pues se encerraba en su escritorio preparando hasta los mínimos detalles, incluidos los discursos, los regalos, y el idioma pues hasta en eso se preparó, recordando el francés aprendido en su querido colegio de los Padres Franceses de la Alameda. Afortunadamente, sabía que me lo cuidarían muy bien pues el aprecio demostrado por ustedes me daba garantías que volvería sano y salvo. Pero como soy algo desconfiada, la incorporación a la gira de mi hijo Rodrigo como secretario y encargado de los Primeros Auxilios en caso de accidentes en los partidos me daba más tranquilidad pues Jaime 15 días con esos animales podía volver transformado.
Este club ha vivido las mismas etapas que una persona.
Su nacimiento, hace 30 años, simbolizado cuando entrenaban con las luces de los autos y generalmente no llegaban los 15 para formar el equipo; la adultez cuando con mucho tesón y esfuerzo tuvieron cancha iluminada, entrenador, y categoría de primera división, y lamentablemente, duele decirlo, la vejez, con la declinación propia del paso de los años que Cóndores comenzó a vivir cuando el colegio eliminó el rugby impidiendo la renovación natural de jugadores.
Pero no deben entristecerse de llegar a estos 30 años sin colegio y cancha; el espíritu de un club se lleva en el alma y eso los hace tan especiales. He sabido por Rodrigo que entrenan en el Parque Araucano y a fin de cada año son invitados a participar en partidos que los reúne como en sus mejores tiempos. Mientras ustedes sigan juntos, Jaime, don Jaime también estará con ustedes.
Hoy está presente en el Campeonato Juvenil que lleva su nombre, en los trofeos que adornan la casa, la gigantesca foto oficial de la gira a Europa que está en su escritorio, en las llamadas de algunos de ustedes con sus saludos cada 10 de julio, en fin, lo siento presente en este club que se transformó en su segunda familia pues además de entregarle tanto tiempo y cariño, también participaron muchos integrantes de mi familia: Jaime hijo que fue uno de los fundadores y que hoy no pudo venir, Rodrigo que sigue en contacto con ustedes y me pone al tanto de lo que ocurre, mi yerno Cristián Loeser y mis sobrinos Pelayo Astaburuaga y Tato Aguirre.
Querido club, sigan adelante, perseveren y mantengan ese espíritu que los caracterizó siempre y que en parte fue lo que cautivó a Jaime.
Raquel León de Astaburuaga
3 de noviembre de 2007."
4 comentarios:
Sólo puedo decir con lagrimas en los ojos: "IMPRESIONANTE".
detras de un gran hombre....una gran Mujer.
Petrvs
Yo conocí a la Sra. Raquel en una de las misas aniversario de muerte de Don Jaime que nos avisaba Guillermo y el Conejo Ovalle. Las primeras fueron en La Transfiguración, en Apoquindo. Hubo otra en Los Castaños. Sólo la conocí en esas oportunidades. De Don Jaime solo tengo recuerdos de "fotos" cuando pasaba por el colegio y parado al costado de las canchas de Rugby.
Las palabras de la Sra. Raquel son de un enorme valor emocional e histórico para todos, para los que tuvieron la suerte de conocer más a Don Jaime, para los que menos y los mismo para quienes conocen o no a la Sra. Raquel.
Mis saludos para ella, (Don Jaime) y toda su familia.
Sra. Raquel, yo llegué a cóndores el 91, sólo alcancé a conocer a Don Jaime unos años, pero déjeme decirle que su marido fue uno de los últimos caballeros que he tuve oportunidad de tratar como un amigo. Nunca olvidaré la clase que tenía para afrontar problemas de todo tipo y el humor con el que trataba las barbaridades más increibles. A veces parecía enojado frente a alguna desubicación, pero inmediatamente volteaba para que nadie lo viera reírse. Quiero expresarle mi más ferviente admiración a Don Jaime, a su espíritu que está siempre junto a estos majestuosos pajarracos montañeses y a usted, por hacer del rugby una parte esencial de su vida.
Solo quiero expresar la acogida de la señora Raquel y don Jaime en una amistad que tuve con Su hija Macarena, todo muy bien y cariñoso
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